Fantasmas, Origenes y mas..


Fantasmas

Los fantasmas (del griego φάντασμα, "aparición") en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas que se manifiestan (aunque no de forma sagrada o hierofanía) entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos —poltergeist—), principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición.

Descripción Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuándo se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes. Su aparición no suele sobrepasar unos segundos, raramente un minuto; cuando ocurre la temperatura baja sensiblemente; los pueden acompañar aromas penetrantes, golpes, ruidos, música o voces (los llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías), pero estos fenómenos pueden darse también aisladamente. Su aparición provoca a veces en seres humanos de su entorno fatiga o depresión; en los lugares y en el momento de su manifestación se ha medido una carga electromagnética inusual. Es bastante común, además, que en su proximidad se descarguen las baterías de los aparatos eléctricos o se apaguen las luces, de forma que parecen manipular (absorber, y menos frecuentemente expulsar) una cierta energía cinética (en forma de movimientos de objetos, frío o calor) o eléctrica, o estar relacionados con distorsiones en las mismas. Motivo recurrente de su aparición es un cambio físico en su entorno: obras de reforma de una casa, aparición de un nuevo habitante en la misma, etcétera. Otras veces es un cambio anímico: un hecho trágico, o bien un fallecimiento o nacimiento recientes o un hecho emocionalmente significativo.
Como las leyendas etiológicas, están ligados a un lugar, una leyenda, un mito, una noticia trágica; algunos, los llamados residuales, realizan siempre los mismos actos y se aparecen periódicamente, pero su actitud no es comunicativa ni necesitan la presencia de seres humanos para manifestarse, por lo que pueden ser grabados por cámaras ocultas; los de otro tipo sí son conscientes y pueden interactuar y sostener corto diálogo con las personas presentes, pero lo corriente es que terminen siendo esquivos y huidizos, ya que su manifestación visible es siempre discontinua y nunca se prolonga largo tiempo; podría decirse que tienen más miedo o angustia ante los seres vivos que estos ante ellos; sólo unos pocos son abiertamente benéficos, o malignos y hostiles. Algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos; algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados; se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.

Helena Petrovna Blavatsky (1831 - 1891) escritora, ocultista, teósofa rusa y una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica (retrato de 1877 en Nueva York).Ciertas personas, los llamados clarividentes, médiums, Ashanes o chamanes, dicen observarlos con frecuencia o poder comunicarse con ellos; asimismo prácticas conocidas como la canalización mediúmnica y la necromancia o nigromancia aseguran poder hacer que los muertos se encarnen otra vez brevemente. Según qué tradición, los fantasmas aparecen con distinto atavío, más o menos relacionado con su muerte (el clásico de la literatura occidental es el sudario o sábana mortuoria); el momento difiere, aunque por lo común es a la puesta de sol, a medianoche, en luna llena, a una hora fija o en una fecha determinada, por lo general la de su muerte, o de noche; sin embargo hay también apariciones poco puntuales que "se manifiestan" de forma imprevista e imprevisible en cualquier momento, incluso a mediodía. Los parapsicólogos los clasifican en residuales y conscientes; los residuales repiten siempre lo mismo y parecen ajenos a quienes los ven; los conscientes poseen actitud comunicativa y pueden interactuar con los vivos. Algunas ceremonias, como por ejemplo los exorcismos, tienen el poder de alejarlos durante un tiempo o definitivamente.
Los estudiosos del fenómeno afirman que existen también fantasmas de personas vivas (bilocación, doppelganger, fetch...) y documentan también la aparición de fantasmas de animales (por ejemplo el Perro negro, el Dip, la Pesanta o el Cadejo, entre otros), barcos, trenes, aviones, casas y pueblos fantasmas e incluso objetos fantasmas, como los tsukumogami japoneses o los domésticos de parasoles (karakasa) y linternas (chōchinobake).
Pueden aparecerse solos, lo que es lo más corriente, o formando grupos, incluso numerosos.
Su manifestación en algunos casos es anuncio o aviso de algo positivo o funesto por ocurrir. También los hay de carne y hueso: en 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston escuchó en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y viva aún treinta años después como zombi semiconsciente a causa del habitual uso en el animismo vudú de dosis semiletales de drogas/veneno como tetrodotoxina, estramonio o datura que provocan parálisis temporal y locura permanente. Otras alucinaciones visuales o auditivas provocadas por enfermedades como la esquizofrenia o por las drogas, o bien las falsas resurrecciones espontáneas causadas por enfermedades como la rabia, la catalepsia etcétera pueden haber originado asimismo leyendas de aparecidos, revenants, vampiros y no muertos en personas predispuestas por prejuicios cognitivos y tradiciones culturales. Por otro lado, partes del cuerpo humano desaparecidas, amputadas o cercenadas pueden ser percibidas por el cerebro como miembros-fantasma. Para los espiritistas, un fantasma también podría ser un espíritu atrapado en nuestro mundo por medio de invocaciones, brujería o promesas (almas en pena).


Origen 
La creencia en aparecidos (muertos que vuelven a aparecer para encomendar alguna misión) o revenants (lo mismo, en francés), espectros, ánimas del Purgatorio, almas en pena, o fantasmas es muy propia de la naturaleza humana, tanto que tiene visos de ser o constituir un meme antropológico abstracto que pervive, como otros tipos de superstición, a través de numerosos factoides concretos. Ha generado y genera una amplia literatura (novela gótica o de terror), inspira la cinematografía y el teatro y ha creado innumerables leyendas y mitos, si es que estos, inversamente, no han creado este bulo; la ciencia considera creer en fantasmas un tipo de superstición muy asentado en la psicología del ser humano, porque se alimenta de la necesidad de vida eterna, como la religión, y sublima una muerte inaceptable y aborrecible por medio del acto apotropaico de creer que la conciencia pervive más allá del fin de la misma. Estudios recientes indican que muchos occidentales creen en fantasmas; en sociedades donde la religión tiene mucho predicamento, como los Estados Unidos, una encuesta demostró que el 32% de sus habitantes cree en fantasmas y en la vida luego de la muerte o más allá, siempre en forma paralela a la religión o de forma menos regulada por un sistema escatológico como han hecho las religiones más frecuentes, que se aprovechan de este meme antropológico para crear estructuras económico-culturales de creencias.
Desde antiguo la mitología, la religión y otras manifestaciones de folklore o literatura han creído, o pretendido creer, en la existencia de entidades sobrenaturales, manifestaciones vitales o númenes más o menos inmmateriales de varios tipos:

1. Abstractos, más o menos alegóricos, como Dios.
2. Naturales o no humanos: inanimados sin movimiento o cosas, e inanimados con movimiento o semovientes, como el aire, el agua, el fuego, las plantas, los astros.
3. Naturales animados: animales o animalizados.
4. Antropomórficos.
5. Humanos.

Desde el más primitivo animismo, que otorga vida a todo lo semoviente o dotado de movimiento y evolución, así como a las fuerzas de la naturaleza (el aire, el agua, el fuego, la vegetación, los astros), muchas de estas categorías pueden asociarse, formar criaturas mixtas y recibir denominación o nombre, como el ángel o los dioses medio animales o animalizados de los egipcios y los japoneses. El fantasma vendría a ser una entidad entre el cuarto y quinto tipo por su origen humano, bien diferenciada de duendes, diaños, demonios, yōkai, genios, elfos, silfos, hadas y longaevi, restos de religiones desaparecidas a los que Heinrich Heine llamaba "dioses en el exilio". Para la mentalidad moderna, que ha desvitalizado el cosmos transformándolo en una cosa o un mecanicismo muerto y absorbiendo toda su vida en el yo y el antropocentrismo desde el Renacimiento, es más fácil creer por eso en fantasmas que en esos otros tipos de criaturas, cuyo predicamento estaba más extendido por el mundo politeísta antiguo y la Edad Media. El pensamiento prelógico y primitivo no distingue niveles entre lo real y lo imaginario, se rebela contra la idea inaceptable y abstracta de la muerte y considera que lo aparecido en sueños es indistinto y posee existencia real, justificando sus temores y concretándolos desde el mundo onírico o del sueño e identificando la imagen de un ser desaparecido por la muerte que aparece en este con un ser real no afectado por la conclusión, la desaparición y la muerte. Se cree así en otros grados de existencia, menos patentes pero considerados reales; es más, se calma así la inquietud existencial que provocan los sentimientos de culpa, de finitud y de muerte.

Historia 
Para los pueblos primitivos los fantasmas tenían una vida infinitesimal y miserable, insuficiente para animar y mover un cuerpo, hacer latir su corazón y darle aliento o respiración, pero vida al fin y al cabo, ya que tenían bastante o la suficiente fuerza para manifestarse en los sueños para atormentar o avisar a los vivos o como sombras y apenas necesitaban alimento (en las culturas antiguas con culto a los manes y antepasados había un día anual designado para alimentarlos con ofrendas de alimentos o sacrificios, que los cristianos han sustituido por flores en el Día de difuntos o de Todos los Santos). Así se calmaba a los antepasados y se aseguraba su benéfica influencia. La creencia en fantasmas se testimonia desde los primeros textos escritos sumerios y egipcios: el fantasma de Enkidú se apareció a Gilgamesh en la llamada Epopeya de Gilgamesh. También se encuentra extendida por otras civilizaciones de muy distinto desarrollo cultural. La Odisea del griego Homero y la Eneida del latino Virgilio acogen viajes de ultratumba. Los romanos ponían un puñado de tierra sobre el cadáver porque si no el alma erraría por toda la eternidad en la ribera de la Estigia, y era preciso poner una moneda en la boca para pagar al barquero o el alma no tendría descanso. Por eso aterraba a los romanos navegar por el mar, ya que no recibirían honras funerarias. A los suicidas romanos se los enterraba con la mano cortada y separada del cuerpo, con el fin de desarmar a su espíritu, que hipotéticamente atormentaría a los vivos. Los fantasmas buenos para los romanos eran los manes o espíritus de los antepasados; los malvados eran las larvae, almas de hombres malvados que vagan errantes por las noche y atormentan a los vivos. Plutarco, en el siglo I, describe unos baños encantados en su Queronea natal donde aparecía el fantasma de un hombre asesinado. Otro celebrado fantasma fue descrito en una de las epístolas del historiador romano Plinio el Joven (VII, 27, 5-11), quien describe una casa encantada en Atenas donde aparecía un espectro que arrastraba cadenas; los sucesos cesaron cuando el filósofo Atenodoro alquiló la casa y fue guiado por el fantasma hasta un esqueleto enterrado y fue vuelto a sepultar con las debidas ceremonias. El texto está dirigido a un tal Licinio Sura:

La falta de ocupaciones a mí me brinda la oportunidad de aprender y a ti la de enseñarme. De esta forma, me gustaría muchísimo saber si crees que los fantasmas existen y tienen forma propia, así como algún tipo de voluntad, o, al contrario, son sombras vacías e irreales que toman imagen por efecto de nuestro propio miedo...
Otros escritores, como el romano Plauto (en su comedia Mostellaria) o el sirio Luciano de Samosata (en su relato Cuentistas o El descreído) también escribieron sobre fantasmas, aunque el precedente que más cabe citar es la compilación Sobre los hechos maravillosos de Flegón, liberto del emperador Adriano, origen de la leyenda de la esposa cadáver que reaparece en Proclo y sirvió de inspiración a Goethe para su Novia de Corinto y a Washington Irving para El estudiante alemán.

Una de las teorías que intentan explicar la religión los derivaría de la tendencia del pensamiento primitivo y prelógico a considerar que el mundo de los sueños forma también parte del real; por tanto, ver en sueños a personas fallecidas indica que no han muerto y que pueden interferir en la vida real. El origen de los fantasmas, pues, no sería distinto al de la religión en general.

En las civilizaciones orientales (como la china e india), muchos creen en la reencarnación o transmigración de las almas. Agregada a esta visión y dentro del Budismo, los fantasmas son almas que rehúsan ser recicladas en el curso del Samsara (ciclo de la reencarnación), porque han dejado alguna tarea por terminar. Los metafísicos y exorcistas de diversas religiones pueden ayudar al fantasma a reencarnarse o hacerlo desaparecer orientándolos o mandándolos a otra dimensión de existencia. En la creencia china e india, además de reencarnar, un fantasma puede también optar a la inmortalidad transformándose en semidiós y puede a través de su elevación espiritual trascender diversos planos o servir a los seres humanos, o bien puede bajar al infierno y sufrir ciclos karmáticos. En Japón, la religión shintoísta reconoce la existencia de espíritus de todo tipo y acepta la creencia en fantasmas como parte de la vida cotidiana. En la cultura malaya son prácticamente innumerables las leyendas y clases de fantasmas.

En Occidente la creencia en fantasmas se fue difuminando desde la creencia irracional en ellos de la Edad Media al escepticismo de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando el padre Feijoo, embutido en una lucha sin cuartel contra las supersticiones, llegó a decir que "no hay fantasma ni espectro que no desaparezca al conjuro de una buena tranca". En ese mismo siglo, el doctor Samuel Johnson llegó a la conclusión de que el fantasma de Cock Lane en Londres era una filfa.

En el siglo XIX la creencia en fantasmas resurgió poderosamente merced a la tendencia irracionalista del Romanticismo y el desarrollo del Espiritismo, la Teosofía y pseudociencias como la Parapsicología.

El escéptico ilusionista James Randi prometió una alta suma de dinero a quien demostrase una evidencia creíble de la existencia de lo paranormal; nadie pudo conseguirla.Todavía en el siglo XX y XXI se sigue considerando a los fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar descanso tras su muerte y quedan atrapados entre este mundo y el otro, a pesar del desarrollo de una corriente positivista, escéptica y científica, que intenta desacreditar esta superstición y cuyos representantes más conocidos son ilusionistas como Harry Houdini o James Randi. La creencia general común supone que el alma de un fallecido no encuentra descanso por una tarea que el difunto ha dejado pendiente o inconclusa ("promesa") así, puede tratarse de una víctima que reclama venganza o un criminal que, por alguna causa, (haber sido enterrado con símbolos sagrados, por ejemplo) ve diferido su ingreso en el purgatorio o infierno. En la mayoría de las culturas contemporáneas, las apariciones de fantasmas están asociadas a una sensación de miedo y son fuente importante de estudio de recién nacidas pseudociencias, como la parapsicología. Aún es también importante dentro del estudio de ciertas religiones, como el Islam, el Budismo, Jainismo, Hinduismo, Shintoismo, Espiritualismo y Cristianismo, aunque cada una lo estudia de modo diferente. En las creencias de la Nueva Era, se intenta racionalizar la creencia tradicional afirmando que los fantasmas son cúmulos de energía negativa o que se trata de imágenes holográficas de personas que han dejado impregnado el ambiente con su imagen y sus actividades.

Clases de fantasmas
G. N. M. Tyrrell, autor de un clásico libro sobre el tema, Apparitions (Apariciones), publicado en 1943, identificaba cuatro grupos principales en base a la conducta adoptada por los presuntos espíritus, más conocida que su propia naturaleza:

Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia.
Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona reaparecida, y no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o acontecimiento concreto; parecen ser como despedidas.
Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte, y se muestra ante una persona o personas simultáneamente a esa experiencia, no después de la misma.
Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo, que intenta con deliberación hacer que su imagen se haga visible a otra persona; se habla entonces de bilocación, si se trata de santos, o en el folclor alemán de doppelganger (en el irlandés, fetch).
En este tipo de apariciones parecen haberse excluido aquellas en las que la aparición adopta una actitud comunicativa e interactiva con aquel a quien se muestra, pudiendo hablar o comunicarse con él, mucho tiempo después de su fallecimiento.


Fantasmas, Sociedad y Economía
Como fuente pristina de curiosidad la creencia en fantasmas es tema goloso que ha suscitado mucho negocio editorial, teatral, cinematográfico, radiofónico, televisivo y periodístico, porque se genera habitualmente como un factoide o una leyenda urbana, y por eso supone con frecuencia una atracción turística notable para lugares históricos desconocidos. Eso provoca la aparición de grandes intereses creados en torno a las apariciones de fantasmas y, por tanto, la aparición, también, de distintos grados de fraude y negocio o ambos y, por consiguiente, del rechazo y oscurecimiento interesados a toda explicación puramente racional o científica de este tipo de fenómenos; de ahí la explotación y fomento del miedo y del ambiente morboso y el lenguaje interminablemente elíptico y oscuro que los rodea, así como la asfixia consciente de toda verdad que pueda existir en el fondo del asunto, que se hace terreno de cultivo, mina y asidero de todo tipo de factoides y leyendas urbanas. La verdad se deja siempre encerrada una ignorancia que, además, favorece la estafa, la riqueza, el lucro, el crecimiento económico.

De ahí que la desconfianza, el método científico, el empirismo y el escepticismo sean requisitos imprescindibles para abordar con seriedad un fenómeno como este, rodeado de engaños y la mayor parte de las veces, si no todas, engaño él mismo.


Fantasmas y Parapsicología
Cuadro basado en la descripción del investigador sir William Crookes: la médium Florence Cook se encuentra en el piso, y Crookes ilumina el ectoplasma de la fallecida Katie King.Para no ser pseudociencia, la parapsicología investiga la psicología del engaño, procura documentar cualquier testimonio de los llamados fantasmas y controlar rigurosamente las circunstancias en que se producen (incluidas los observadores) alejándose de cualquier prejuicio cognitivo.

El curso histórico del fenómeno obliga a distinguir, por una parte, las apariciones de ectoplasmas obtenidas con ciertas medium espiritistas fraudulentas a comienzos del siglo XX (Eusépia Palladino, Douglas D. Home, Rudi Schneider, Franek Kluski) de las apariciones investigadas por investigadores serios (Charles Richet, Schrenk-Notzing, Gustave Geley, etc.) que acreditaron los fenómenos con las condiciones de observación de que disponían en su época y, por otra parte, de fenómenos asociados como el encantamiento o el poltergeist.

La parapsicología asocia los fantasmas a la percepción de personas y animales vivos o muertos de forma visual o auditiva (las mal llamadas psicofonías y teleplastias). Determinadas personas, los llamados clarividentes, imbuidos al parecer de una cierta percepción extrasensorial, les permitiría poder registrar su presencia, observarlos, escucharlos o sentirlos de fórma más o menos continua o discontinua (al parecer en forma de rápidos e incompletos flashes de información) y obtener información desconocida e inédita de los mismos en alto porcentaje cierta y verificable, algunas veces por procedimientos como la escritura automática o la psicometría. En efecto algunos clarividentes o mediums han logrado recabar información útil para esclarecer desapariciones o crímenes y ayudar a la policía, como atestiguan los casos de Rosemarie Kerr, Sally Headding o Nancy Orlen Weber, entre otros.

Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida en tres clases:

Fantasmas residuales, o visiones que realizan actos repetitivos y carecen de actitud comunicativa o interacción con los observadores.
Fantasmas conscientes, que pueden comunicarse e interactuar con los observadores.
Encantamientos duraderos de lugares concretos donde se manifiesta uno o más fantasmas desde hace mucho tiempo.
Poltergeist o "espíritus burlones", fenómenos de duración más reducida ligados a una persona, por lo general adolescente o joven (aunque no siempre), en la que se mueven objetos solos, se escuchan golpes repetitivos o ruidos y se encienden o apagan luces.

Fantasmas y Espiritismo 
Según el Espiritismo o "doctrina espírita", como se decía en el siglo XIX desde que este movimiento fue configurado por Allan Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky, el alma sobrevive a la muerte del cuerpo material y asciende a un nivel superior de existencia. Sin embargo algunas almas se desvían de ese camino; no parecen tener una autoconsciencia completa de su ser; la tienen, pero sólo hasta cierto punto, porque no han logrado todavía resolver sus dudas existenciales. Se trata de fantasmas: entidades desencarnadas que se torturan y fustigan cruelmente con asuntos no resueltos en su vida anterior. Puede, por ejemplo,

Que no acepten su propia muerte, que no quieran reconocer que han desencarnado.
Que se sientan culpables por no haber concluido correctamente algún asunto durante su vida humana.
Que se sientan atados o ligados afectivamente a alguna persona o lugar cuando estaban con vida.
Que sientan odio o rencor consigo mismos o con alguien de su entorno como humanos.
Que sientan que no merecen estar en ninguna parte y que ya no les queda esperanza.
Un fantasma se construye con algunas de las actitudes no resueltas de un humano mientras vivía encarnado en su cuerpo físico: padece carencias, obsesiones, sentimientos de culpabilidad, apegos irresistibles, miedos o desesperanza. Por no cuidar esas actitudes, según el Espìritismo, uno se puede transformar en un posible candidato a fantasma el día de mañana. La labor del médium ha de consistir en orientar y aconsejar para poder cambiar esas actitudes. Debe ser capaz de sentir que está a tiempo de rectificar o de perdonar o ser perdonado, ser capaz de sentir que tiene una segunda oportunidad en la que podrá aprender de sus errores del pasado y convertirlos en un valioso conocimiento para el futuro. Este cambio de actitud para el fantasma, que no sería sino una entidad mendiga que pide afecto, comprensión, y oportunidad para un cambio, debe proporcionárselo el médium. Una vez el fantasma ha comprendido, espontáneamente sucede aquello largamente ignorado o no esperado por él, sabe que puede sentirse libre y continuar su camino de evolución en niveles superiores de conciencia y puede seguir su camino en paz creciendo existencialmente hacia otros planos, bien en una forma encarnada o bien en una forma espiritual. Ha comprendido que la capacidad de ordenar sus experiencias le permiten ser su mejor maestro y enseñar a otras entidades a no repetir su mismo error.

En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia. Otra explicación a este fenómeno, que permite una leve unificación entre la física contemporánea y esta creencia sobrenatural, y que se funda en presuntos experimentos llevados a cabo con equipo técnico en varias partes del mundo a partir de 1945, sugiere que al momento de morir, subsiste de algún modo la "información cuántica", el modelo molecular del ser vivo, la cual, mediante la combinación de factores adecuados,de espacio,tiempo y energìa, (sitios con apropiados niveles de energia del tipo iones positivos), se manifiesta como si tuviera un cuerpo (forma material difusa popularmente denominada "ectoplasma" o "periespíritu", pudiendo realizar acciones (ruidos, movimiento de objetos,apariciones),lo cual depende en gran medida del voltaje e intensidad del campo de iones positivos presente en dicho lugar. El fundamento principal de esta teoría se basa en que toda acción realizada en el espacio requiere una fuente de energía que es recargada por el espectro en estos lugares electromágneticamente saturados de cargas electrónicas libres (electrones sueltos en el aire u otras substancias). Dicho cuerpo difuso le proporcionarìa al espectro sensaciones similares a las de la persona viva, obviamente con sus limitaciones, pero sensaciones al fin y al cabo, lo que explicarìa tambièn los casos en los cuales las psicofonìas y otras anomalías captadas en sesiones de espiritismo reproducen frases inconclusas o absurdas como "siento frìo" o "yo, qué estoy haciendo aqui". De cualquier forma, esto no seria mas que un reflejo hologràfico-electrònico de un personaje muerto tiempo atrás.


Fantasmas y Catolicismo
El último Catecismo de la Iglesia Católica no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos la postulan, pero sí la del Purgatorio, al contrario que el Luteranismo protestante. Estima perjudicial, autodestructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tarot y cualquier ceremonia o procedimiento no religioso con el cual se obtenga comunicación con la otra vida; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos rituales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre sin invitación uno cualquiera de la numerosa jerarquía de espíritus no humanos o demonios. Por otra parte, según la escatología de algunos teólogos, existe un limbo al que van las almas, criaturas, seres no humanos y ángeles indecisos, que no son ni buenos ni malos ni se han puesto de parte de nadie, esperando el lugar que Dios les dará cuando ocurra el juicio final. En cuanto a la consulta de mediums, en Deuteronomio XVIII, 12-14, no se niega la existencia de estas personas, pero se dice que no se debe recurrir a ellos:

Cuando entres a la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahveh cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yahveh tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
Ciertamente hay almas perdidas, temerosas o ignorantes que desconocen cómo entrar o estar en el Purgatorio o fantasmas que se introducen en un cuerpo humano; estas almas se marchan con el simple poder de la oración y no necesitan exorcismos. Los demonios, espíritus no humanos, por el contrario, pueden poseer lugares (la llamada infestación) o personas (la posesión demoniaca) y, si están ocultos, se manifiestan al cabo de intensas, prolongadas y duraderas sesiones de oración. Los demonios sólo poseen el poder de tentar y atacan el lado más débil de la persona tras un paciente y profundo estudio de la misma. Una vez que uno distingue bien entre posesión e infestación, los fantasmas son un fenómeno distinto: son apariciones de personas que están en el Purgatorio, pero las características de estas apariciones son siempre las mismas y muy distintas de la infestación:

El alma se aparece con forma humana
No dice nada
Se aparece con carácter amenazante y terrorífico
Nunca mueve objetos, ni produce ruidos. Cuando se aparece se queda mirando con cara de pocos amigos y después desaparece sin más. No es un demonio porque, fuera de que el fenómeno nunca va a más, desaparece si se dicen misas u oraciones por su alma. Esas apariciones son un modo de llamar la atención para que se rece por esa alma en concreto.


Fantasmas y literatura
 
Son muchos los escritores que han tratado este tema. Ya se han mencionado ejemplos antiguos en el apartado "Historia", pero cabe insistir en Sobre los hechos maravillosos de Flegón, liberto del emperador Adriano, porque fue origen de la leyenda sobre la esposa difunta que reaparece en Proclo y sirvió de inspiración a Goethe para su Novia de Corinto y a Washington Irving para El estudiante alemán. En el siglo XVI Gonzalo Fernández de Oviedo narra un caso real de fantasmas en sus Batallas y quincuagenas y Antonio de Torquemada menciona muchos casos demasiado crédulamente en un Jardín de flores curiosas (1570) que irritó tanto como sedujo al propio Cervantes, quien parece evocar a la estantigua en el episodio del cuerpo muerto. En el teatro del siglo XVII aparecen obras donde los fantasmas tienen un papel destacado: Hamlet, de Shakespeare; El caballero de Olmedo y El duque de Viseo de Lope de Vega o El burlador de Sevilla de Tirso de Molina, quien se inspira a su vez en la leyenda de El convidado de piedra. El tema se desarrolla generalmente dentro del género de la novela gótica o cuento de terror, un género que empezó con el Romanticismo a finales del siglo XVIII, aun cuando fue en el XIX cuando encontró su verdadero desarrollo y máximo apogego con autores como E.T.A. Hoffmann, Edgar Allan Poe, Jean-Charles Emmanuel Nodier y Sheridan Le Fanu. Escribieron novelas góticas con relatos de fantasmas Horace Walpole (El castillo de Otranto, 1764), Matthew G. Lewis (El monje, 1794) y Charles Maturin (Melmoth el errabundo). Posrománticos son Gustavo Adolfo Bécquer, Guy de Maupassant, M. R. James, R. L. Stevenson, Lafcadio Hearn, Henry James, Edith Wharton, Algernon Blackwood, Arthur Machen, M. P. Shiel etc... Se acercaron al género con mayor o menor fortuna Emilia Pardo Bazán, Richmal Crompton, E. F. Benson, William F. Harvey, Richard Middleton, W. Somerset Maugham, Elizabeth Bowen, Robert Aickman, May Sinclair, Walter de La Mare, Thomas Burke, A. E. Coppard, Charles Williams, Herbert Russell Wakefield, Alfred McClelland Burrage, A. N. L. Munby, Arthur Gray, Barry Pain, Christopher Woodforde, E. G. Swain, Hugh Walpole, John Buchan, L. T. C. Rolt, Simon Raven, Terence H. White, V. S. Pritchett y L. P. Hartley.

Comunicación con fantasmas
Houdini demuestra cómo un fotógrafo puede producir fraudulentamente "fotografías de espíritus" que documenten la aparición e interacción social con individuos fallecidos[5]A medida que el hombre moderno ha ido desarrollando nuevas tecnologías de comunicación, los interesados en obtener información de fantasmas las han usado y así se habla de psicofonías o grabaciones sonoras en las que supuestamente se oye la voz o los movimientos de algún difunto, o de psicoimágenes, imágenes estáticas o en movimiento en las que presuntamente puede distinguirse alguna presencia fantasmal.

Sin embargo, quienes pretenden justificar la existencia de otro mundo y la posible comunicación con el mismo deben justificar primero por qué casi todas las manifestaciones espirituales suelen reducirse a manifestaciones psicológicas de engaño o autoengaño, o fraudes, como con devastadora frecuencia han demostrado ilusionistas expertos como Harry Houdini, James Randi o Criss Angel, quienes saben desde luego que lo que ocurre en nuestra mente es de factura mucho más simple que lo que ocurre en la realidad fuera de ella. Algunos tipos de alucinación, como la hipnopómpica o la hipnogógica, la parálisis del sueño, los síntomas de una esquizofrenia o determinados tipos de epilepsia no diagnosticadas, el fenómeno del sueño lúcido o falso despertar, la pareidolia, la apofenia, el uso de drogas y sustancias psicotrópicas que creen falsos recuerdos, los fuegos fatuos pueden explicar la mayoría de los casos, por no hablar del espíritu lúdico de las bromas y los citados, groseros y mezquinos intereses económicos, que pueden apoyar, magnificar y converger sobre las anteriores explicaciones, que se acumulan sobre la necesidad de religión y de fe ultraterrena, un meme antropológico desarrollado en el ser humano por la selección natural como ventaja para la supervivencia gregaria.

Esto no basta para desanimar, sin embargo, a quienes creen en alguna manifestación divina o macabra que es una liberación de energía del cuerpo, esto es, una "evolución" de esta vida terrenal hacia otra en un mundo ultraterreno, y hay caos desconcertantes de clarividencia y percepción extrasensorial que aún aguardan explicación satisfactoria.

Algunos intentos no escépticos de resolver racionalmente estos fenómenos han sido formulados por físicos como Roger Penrose, quienes creen posible la transmisión de información nerviosa mediante corrientes cuánticas a nivel subatómico que pueden ser amplificadas mediante los microtúbulos existentes en las neuronas; además, la insólita lógica cuántica permite distorsiones temporales que pueden causar la duplicación del presente o bilocación, y esto explicaría muchos de los fenómenos paranormales de transmisión de información, como expone en su Las sombras de la mente: hacia una compresión científica de la consciencia (Barcelona: Editorial Crítica, 1996). Explicaciones científicas concurrentes han sido formuladas por Stuart Hameroff o recogidas empíricamente por Raymond Moody.

 Fantasmas célebres
Rostro de una mujer en la casa de Calle Real, número 5 (Jaén, España), en 1992.Algunas historias de fantasmas parecen ser leyendas urbanas universales, como la de La Dama Blanca o autoestopista fantasma. De todas formas, el carácter huidizo de estos fenómenos parece indicar que los fantasmas tienen más miedo de las personas que (algunas) personas de los fantasmas.

En India
Según el Garudá puraná, un libro perteneciente a la tradición védica hindú, los seres humanos que cometen pecados a lo largo de su vida reencarnan en fantasmas. En dicho libro, un fantasma describe su vida a un brahmán:

Vivimos en una dimensión en la que no existen la fe en las religiones, la disciplina, el perdón, la paciencia ni el conocimiento. Nuestro alimento es el más despreciable del mundo: basura, vómito, tos y orina. Somos ignorantes y vivimos en la oscuridad.
Ser fantasma, en la religión hindú, es un verdadero y terrible castigo karmático. En la India, a los seres de este reino fantasmagórico se los llama "espíritus hambrientos", como los gaki japoneses, o "fantasmas que luchan". La diosa Kali se suele rodear de una corte de fantasmas. Las almas de los seiscientos hijos del rey Sagar vagaron como fantasmas hasta que terminara por completo el ritual que su padre había iniciado. El Budismo hindú también admite fantasmas, las distintas clases de preta.

En Venezuela 
El Silbón, según la leyenda, es el fantasma de un joven que asesinó a su padre y por ello está condenado a vagar como alma en pena eternamente cargando un saco lleno con los huesos de su padre. Se le llama así por su característico silbido, semejante a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si en este orden subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha cerca no hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero, si se escucha lejos, es porque se encuentra muy cerca. Además, escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Según una de las versiones de la historia El Silbón se presenta en las casas de noche a contar los huesos que lleva en el saco. Si nadie lo escucha, no hay peligro. Se dice que si una persona escucha el silbido debe hacerse la señal de la cruz, persignarse e irse inmediatamente.suele aparecer en los llanos de Venezuela.
En China 
son numerosos los relatos tradicionales sobre fantasmas; se creía en ellos y hasta se les rendía culto. Confucio dijo: "Respetad a los fantasmas y a los dioses, pero alejaos de ellos". El erudito Zhuxi, de la Dinastía Song (960-1279), quiso escribir un libro contra su existencia, titulado Si crees, allí estaremos; si no crees, no nos hallarás. Los fantasmas chinos se denominan Kuei; son espíritus malvados de personas que vivieron una vida deshonrosa o perversa, o que murieron de forma violenta. Se dice que hacen daño a las personas y buscan a quién asesinar para que el espíritu de la víctima ocupe el lugar del Kuei en el Infierno; pero esto sólo es posible con los espíritus de débiles y cobardes, pues no pueden causar ningún daño a los valientes que demuestran no temerlos. Otro tipo de fantasmas son almas de plantas, animales o cosas que abandonan su cuerpo material para atacar a las personas; son peligrosos pero se los puede destruir cuando intentan volver a su cuerpo. Las autoridades prohibieron en 2007 las historias de fantasmas. Son muy conocidas las leyendas de Ye, la de Lu Ch’ien y el sauce embrujado, y la del policía Yin. El orientalista Lafcadio Hearn transcribió algunos de estos relatos tradicionales, que inspiraron no sólo el film Kwaidan, de Kobayashi, sino toda una tradición de cine y literatura paranormal que llega hasta Ring de Nakata.En el Teatro de la Ópera de Pekín, llamado Huguang Huiguan, al sur de la ciudad. Se construyó encima de un cementerio; los fantasmas y aparecidos son frecuentes.
En Japón
"El fantasma de Oyuki" de Maruyama Ōkyo
Lafcadio Hearn, o Koizumi Yakumo.El escritor y orientalista Lafcadio Hearn ha adaptado algunos relatos tradicionales de fantasmas japoneses. Los fantasmas japoneses son espíritus apartados de una pacífica vida tras la muerte debido a algo que les ocurrió en vida, falta de una ceremonia funeraria adecuada, o por cometer seppuku o harakiri (suicidio). Usualmente aparecen entre las dos de la madrugada y el amanecer, con kimono blanco de luto abrochado al revés y sin pies definidos; algunos carecen de rostro, los llamados noppera-bō o sin cara (como los hupia de los taínos antillanos). Hay muchos tipos de fantasmas japoneses, en general denominados yūrei: onryō, o fantasmas vengativos; ubume, o fantasma benéfico de una madre que murió durante el parto o dejando niños pequeños y que regresa para cuidar de sus hijos o traerles dulces, que al desaparecer el fantasma se transforman en hojas secas; goryō, fantasmas vengativos aristócratas que fueron martirizados, funayūrei, fantasmas de los que murieron en el mar; funayūrei-urei: fantasmas de niños traviesos; los gaki o fantasmas hambrientos; los de objetos o tsukumogami; los cambiantes u obake; los jikininki, hitodama, reikon... El Templo Zenshoan en Tokio es conocido por su colección de pinturas de yorei, o galería de Yorei-ga. Son 50 pinturas de seda que datan de 150 a 200 años y representan una gran variedad de apariciones. Fueron recogidas por Sanyu-tei Encho, un historiador famoso y artista del rakugo en la era Edo cuando estudió en Zenshoan. Son lugares encantados

El espectro de Kuchisake-onna, una mujer espantosamente desfigurada durante la época Heian por un marido celoso, un samurai que con unas tijeras le descarnó la parte inferior de la cara para descubrirle los dientes y la mandíbula; vuelta un maléfico fantasma, es uno de los más famosos y se la representa en unas máscaras verdaderamente horribles.
El castillo de Himeji es frecuentado por el fantasma de Okiku
Aokigahara, el bosque en el fondo del monte Fujiyama, es una localización popular para el suicidio y numerosos fantasmas suelen pasear por allí.
La leyenda de Botan Dōrō (牡丹燈籠) es inmensamente popular en Japón y ha dado argumento al kabuki, al rakugo, a la literatura y al cine en numerosas ocasiones, pero no parece tener un fundamento histórico real.

En Irlanda 
Tal vez el espectro más conocido es la Banshee, un espíritu femenino de la mitología irlandesa asociado a antiguas familias y que se considera presagio de muerte; las banshees gimen por la casa si alguien está a punto de morir. Cuando varias banshees aparecen a la vez indica que alguien honorable o santo morirá pronto. La leyenda correspondiente del catolicismo es la de San Pascual Bailón, que avisa golpeando tres veces la cabeza de la cama días antes de la muerte de quien le reza para que ponga en orden su vida y se confiese.
Castillo de Athcarne, Condado de Meath; es una ruina del siglo XVI a 10 km del campo donde se dio la Batalla del Boyne (1690). La gente habla de gritos de soldados moribundos, y visiones de un soldado colgado de un gran roble en la finca, y otras apariciones.
El Castillo Kinnity, Condado de Offaly, uno de los más encantados de Irlanda; en numerosas ocasiones el personal del Castillo y sus visitantes han visto al fantasma de un monje (Monk of Kinnitty) atravesando los muros de la edificación; es un fantasma locuaz, que a veces se comunica con el personal de servicio del castillo y con algunos visitantes.
En el Castillo de Skyrne, Condado de Meath, cerca de la antigua colina de Tara, donde se han desenterrado muchos esqueletos. Skyrne fue construido por un caballero normando en el siglo XII, y se documentan varios espectros, entre otros el de una monja, una figura alta con capa y su perro y sobre todo una mujer vestida de blanco, quizá Lilith Palmerston, asesinada por Phelim Sellers en el siglo XVIII. Todavía se han escuchado de noche sus aterradores chillidos.
El túnel cerca del antiguo Cementerio de Friar’s Bush, en Belfast. Conecta las alas Ashby y David Keir de la Universidad de Queens. En este túnel asusta un frío intenso y sobrenatural; hay un fantasma que suele agarrar a la gente que pasa, que es muy poca.
El Castillo de Killua, Condado de Westmeath, residencia de la familia del gran (Lawrence de Arabia), se cree que está embrujado por el administrador de la finca (Jacky Dalton) de Sir Benjamin Chapman. Su espíritu excéntrico ha aterrorizado a varios visitantes nocturnos del castillo; las quejas sobre ruidos y movimientos nocturnos fueron tantas que la residencia fue abandonada hace mucho tiempo. Hasta la fecha se habla de un fantasma blanco que rodea las ruinas y una figura espantosa, de mirada maligna, que a veces se ve entre las paredes.
El Castillo de Leap, Condado de Offaly, destaca por el número de sus fantasmas, entre ellos una chica joven avistada en varias ocasiones, que se cree era hija del señor del castillo; su padre concertó un matrimonio con el hijo de un hacendado muy rico, pero ella estaba enamorada de un humilde granjero, y cuando su padre se enteró lo mató. Una noche cuando el padre dormía ella le mató. Poco después, un día que la hija estaba en lo alto del castillo, una mano invisible la empujó y la hizo caer al vacío, por lo que murió en el acto. Se cree que fue el padre quien la empujó y el espíritu de la joven vaga por el castillo lamentando su amor perdido. Los visitantes escuchan unos misteriosos gemidos y llantos en la oscuridad, y se ven luces encendidas en lo alto del castillo.

En Escocia
El castillo de Edimburgo, hacia 1780, en un cuadro de Alexander Nasmyth.Castillo de Edimburgo. En el Castillo de Edimburgo han sido vistos numerosos fantasmas. El más célebre es el de un gaitero, cuya música resuena a menudo entre los muros. El segundo es el de un tocador de tambor que se ha aparecido a los visitantes y lugareños desde mediados del siglo XVII. Nadie sabe quién pueda ser, pero parece querer prevenir al castillo de los peligros. La leyenda cuenta que se dio orden a un soldado de explorar un pasadizo subterráneo que hipotéticamente conectaba con el palacio de Hollyrood. Se perdió y quedó allí para siempre, aún hoy hay quien se queda inmóvil de miedo al escuchar entre las frías paredes una triste canción, que entonaba aquel soldado.
En el Castillo de Comlongon cerca de Clarencefield aparece Lady Marion Carruthers, miembro del clan Murray, quien en siglo XVI se arrojó desde una torre de este castillo porque la obligaban a casarse con un hombre al que no amaba. Lady Marion no recibió sepultura cristiana, por lo que ahora se pueden escuchar sus gritos y llantos, buscando un lugar para descansar.
En el Castillo de Shieldhill, en Biggar, hay una torre que se construyó en 1199. Ahora es un hotel y hay una habitación, la Glencoe, en la que a la puesta de sol se aparece el alma de The Grey Lady.
Mary King’s Close. Los fantasmas de los enfermos de peste emparedados en esta calle subterránea e Edimburgo.
El Palacio de Hollyrood, hogar escocés de la reina Elizabeth, era originalmente una abadía construida por el rey David; allí fue asesinado David Rizzio, amante de María de Escocia: Su esposo Sir Darnley incurrió en celos y lo apuñaló alrededor de sesenta veces. Muchos huéspedes han divulgado padecer dolores de cabeza en el cuarto en que Rizzio murió, y en los ochenta un vigilante de seguridad sentía que bajaba la temperatura bruscamente y escuchaba pasos. Se dice que en el palacio habita un misterioso fantasma, "el señor verde", a quien se le adjudican las desgracias que ocurren allí.
El Castillo de Dalhousie fue construido en 1247 por el clan Ramsey, que lo mantuvo durante 850 años; fue reconvertido en hotel en 1974. Los huéspedes informan continuamente de varios fantasmas; uno es el de la señora Catherine, hija de uno de los dueños, encarcelada por un año y fallecida por hambre. Una camarera del hotel vio una vez un fantasma vestido de mayordomo en el corredor. Se aparece además una perra llamada Petra que murió en una de las torres del castillo en los años 80; algunos afirman haber visto además cabezas, brazos y piernas flotando en el aire.
El Castillo de Stirling es uno de los lugares más encantados de todos; según una profecía, una reina escocesa moriría entre sus muros a causa del fuego, pero cumplido o no el vaticinio, con él nació la leyenda de "La joven verde", una extraña presencia a la que se le han atribuido muchos de los desastres ocurridos en este lugar.
 En Inglaterra Fachada principal del palacio de Hampton Court (2004).Los ingleses tienen fama de muy creyentes en fantasmas, ya sea la cabeza incorpórea del escritor Oliver Goldsmith o los gritos infantiles en la estación de metro de Bethnal Green.

Torre de Londres. Se dice que allí apareció el fantasma sin cabeza de Ana Bolena, el fantasma de Tomás Beckett, el espectro del Rey Eduardo V de Inglaterra y de Ricardo, duque de Cork; el fantasma de la señora Jane Grey, de sir Walter Raleigh y del Conde de Salisbury, además de una desconocida señora vestida de luto, carente de rostro.
La "señora marrón" que se aparece en Raynham Hall (Norfolk). En 1936 en casa del marqués de Townshend, un fotógrafo profesional y su ayudante estaban tomando fotografías de la casa y vieron bajar un fantasma por la escalera que fue fotografiado. Fue vista simultáneamente por dos testigos en 1835. Más tarde, otro testigo le disparó con una escopeta. Pese a esta mala acogida, fue vista de nuevo en 1926 por lord Townshend y dos testigos más. En 1849 el comandante Loftus y su famoso amigo Hawkins vieron el fantasma de una mujer con los ojos huecos antes de irse a acostar (aunque seguramente quedarían desvelados). El incidente dio lugar a que varios detectives y la policía local investigaran las apariciones.
La mansión victoriana de Borley Hall (Essex) fue en las décadas de 1920 y 1930 la más famosa de las casas inglesas encantadas.
El fantasma del Hombre de gris habita en un barrio de Londres, Westminster, en el teatro real Drury Lane, uno de los más antiguos (empezó en 1674, durante el reinado de Carlos II). Es el coliseo embrujado más famoso de las islas Británicas; de entre sus varios fantasmas, el más célebre es el del Hombre de Gris. Es descrito como un caballero joven ataviado a lo siglo XVIII, con sombrero de tres picos y peluca empolvada; se cubre con un manto gris de buena calidad y lleva espada. La leyenda asociada cuenta que se enamoró de una actriz y cuando estaba a punto de huir con ella otro actor, celoso, lo apuñaló y lo escondió emparedándolo tras uno de los muros del teatro. Es lo cierto que en 1848, cuando se restauró el teatro, fue descubierto tras una pared un esqueleto aún con una daga clavada en las costillas. El fantasma, de puntualidad británica, aparece de 9 am a 6pm, suele dejarse ver en los ensayos y en las matinés, caminando a través del balcón y desvaneciéndose en una pared. Verlo se considera augurio de éxito para la obra y los actores
En el Palacio de Hampton Court una cámara de seguridad grabó el 22 de diciembre de 2003 en un vídeo el hipotético fantasma de una de las esposas de Enrique VIII. Algunos dicen que es el espectro de Catalina Howard, quinta mujer del soberano, condenada por adulterio. Otros, que es una broma. Circulan muchas leyendas sobre este lugar.
Museo nacional de Greenwich: Ralph Hardy, un eclesiástico de la Columbia británica, tomó en 1966 una fotografía hoy célebre. Tenía simplemente la intención de fotografiar la bella escalera de la Casa de la Reina del Museo Nacional de Greenwich. Tras revelarla, la foto mostró una forma velada que subía la escalera y parecía coger la pasarela con las dos manos.
Castillo de Muncaster. Numerosos visitantes dicen haber visto fantasmas y haber escuchado gritos de niños, pasos de personas que parecían marchar penosamente y otros ruidos inexplicables en los pasillos y la gran sala del castillo. Una dama blanca, fantasma de una jovencita, Mary Bragg, asesinada ante las puertas del castillo en el siglo XIX, se pasearía también regularmente en el recinto de los jardines.
Raynham Hall, en el condado de Norfolk. La foto de un fantasma fue tomada en 1936 en la gran escalera. El retrato de The Brown Lady "La dama castaña" es ciertamente la más célebre y más contemplada de las fotos de aparecidos. El fantasma parece ser el de Lady Dorothy Townshend, esposa de Charles Townshend, segundo vizconde de Raynham, proprietario de Raynham Hall a comienzos del siglo XVII. El rumor quiere que Dorothy, ante su matrimonio con Charles, fue la amante de Lord Wharton. Aunque según los documentos legales Dorothy haya sido enterrada en 1726, se sospecha sin embargo de la autenticidad de estas exequias. Charles habría sospechado la infidelidad y habría montado esta mascarada para enfermar a Dorothy y encerrarla en una habitación o emparedarla durante años hasta su verdadera muerte.
Bases militares del Reino Unido. Algunos fantasmas de pilotos han sido observados y registrados, como el de Bruce Barrymore Halpenny.
La villa de York reivindica el título de la villa más encantada de Europa, y cuenta con fantasmas que se remontan a la época romana y que se dice ver aparecer por las murallas, los teatros, las puertas vacías, las iglesias y las casas históricas.
El Gurt dog de Somerset es ejemplo de fantasma benevolente. Se dice que las madres pueden jugar con sus hijos sin supervisión en Quantock Hills, porque el perro Gurt los protege.
Inversamente, el perro negro es maléfico y su amplia distribución geográfica parece indicar que es supervivencia de alguna terrible deidad pagana antigua, a la que se ha superpuesto el mito de Cŵn Annwn, Garm, Huargo, Cerbero o su hermano Ortro.
 En Gales: 
Castillo de Caerphilly,
Castillo de Bodelwyddan.  Entre los muchos fantasmas que se han manifestado en este castillo, del cual algunas partes remontan al siglo XVII, hay uno que consiste en una dama en vestido victoriano que se manifiesta en la galería de esculturas y ha sido vista por uno de los guías. Un soldado ha aparecido en uno de los pasillos (el castillo de Bodelwyddan era usado por oficiales y como centro de convalecencia durante la I Guerra Mundial). Se han visto también unas siluetas difuminadas pasear aburridas por los corredores, así como una señora ataviada con vestido azul y laborioso peinado en el salón de té.
Castillo de Caerphilly. 
Una dama verde se pasea de torre en torre y fantasmas de soldados patrullan cuando ya no hay necesidad.
Castillo de Carew
En el Pembrokeshire. Se lo reputa encantado por el espectro de sir Roland Rhys y el de un pariente suyo asesinado una noche por haber rehusado la mano de su hija; se escucha un suspiro que lo maldice.
Castillo de Gwydir. 
El fantasma más importante es una mujer que mora en el ala norte, aunque también se ha dejado ver en el corredor entre el hall de Meredith y la Gran Cámara. Cuando el fantasma aparece, la temperatura desciende y una pestilencia extraordinaria se expande en derredor.
El fantasma del The Queen’s Head Hotel en Monmouth. Hay numerosos espectros en el hotel donde se intentó asesinar a Oliver Cromwell y se lo tiene como el tercer albergue más encantado del País de Gales.
En CornuallesJan Tregeagle vendió su alma al diablo en el siglo XVII como otro Fausto y actualmente es el espectro más célebre de Cornualles, inspirador de bastantes obras literarias.           En Francia El descubrimiento del Secreto de Melusina, de Le Roman de Mélusine. Una de dieciséis pinturas hechas por Guillebert de Mets cerca de 1410. La original es guardada por La Biblioteca nacional de Francia.Es famosa el hada Melusina, una mujer cuyo cuerpo acaba en cola de serpiente y ronda el Castillo de los Lusignan cuando va a morir una persona de la familia, de forma muy parecida a las Banshees irlandesas.
La Abadía de Mortemer cuenta al parecer con el fantasma de Mathilde la Emperatriz, hija pequeña de Guillermo el Conquistador; aparecería las noches de luna llena.
El Castillo de Combourg, situado en Combourg, Ille-et-Vilaine, donde Chateaubriand pasó una pequeña parte de su infancia, posee el fantasma de un gato. Esta leyenda da nombre a una de las torres del castillo, la «Torre del Gato», en la que el futuro escritor tenía sus aposentos.
El Castillo de Veauce poseería el fantasma de Lucía que, según el antiguo propietario, se citaba con él todas las noches. Este castillo está situado en Veauce, en el Allier.
Saint-Benoist-sur-Mer. Es una pequeña villa de la Vendea que acostumbra a ser visitada todas las noches por el caballo Mallet, que persigue a los paseantes despistados.

El fantasma de Maria Antonieta; probablemente el fantasma más visto en Francia. Se dice que se aparece en el castillo de Versalles, en el lugar donde fue asesinada y en su jardín favorito del palacio.  En Canadá En la iglesia de San Juan Evangelista de Montreal, Canadá, ha sido visto y fotografiado un sacerdote católico, el reverendo John Wood, que murió en 1969. Varios sacerdotes y feligreses lo han visto; es un fantasma benéfico y positivo, pero a veces gasta bromas a sus compañeros vivos cambiando sus objetos personales de sitio, como solía hacer cuando estaba vivo; en algunas ocasiones ha confesado y dado su bendición a gente antes de desaparecer.

En Italia
Vista general del jardín botánico de LuccaEn la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma habita el fantasma de fray Piccolo, monje capuchino que se entretiene desabrochando pijamas y quitándoles los botones. Por lo visto fue un fraile que fue descubierto engañando al embajador con su mujer y fue asesinado por este.
En el Castillo de San Ángelo de Roma se aparece el espectro de la hermosa Beatriz Chenchi. Era una joven con un padre muy cruel que la violaba y maltrataba a su familia. Ella lo mató y fue condenada a muerte.
En Villa San Ágata, residencia y museo del compositor Giuseppe Verdi, ha sido fotografiado un fantasma, y los análisis han demostrado que la fotografía no está trucada.
Calígula habitaba los Jardines de Lamia, en Roma, donde fue echado y quemado su cadáver después de ser asesinado; solamente después de trasladar lo que quedaba de sus huesos a sepultura las apariciones cesaron.
En Novellara, en la región de Emilia Romagna, en plena llanura padana, se habla del fantasma de la Roca de los Gonzaga, que fue visto por primera vez en 1990. En el antiguo castillo se escuchan extraños ruidos. De acuerdo a la tradición, la Roca está llena de fantasmas.
El Castillo de los Sforza, en Ímola. Por sus habitaciones ronda el fantasma de Caterina, que, de acuerdo a lo que se cuenta, hacía echar los huéspedes indeseados en los pozos del castillo.
El castillo de Poppi, cerca de Arezzo. Una leyenda afirma que Matelda, al igual que la española serrana de la Vera, asesinaba a sus amantes dormidos tras una larga y fatigosa noche de amor. Al final la mujer fue encerrada en una torre del castillo, pero a veces pasea entre los vivos cubierta por un sudario o sábana blanca.
El fantasma del Jardín botánico de Lucca, construido por los Borbones en 1820. Varias veces al día aparecería el fantasma de Lucida Mansi quien, para no envejecer, vendió su alma al diablo. El guapo y atractivo fantasma tiene la costumbre de pasearse medio desnudo, por lo que no es atracción turística apropiada para menores.
El del Monasterio de Santos Ana, en Foligno, donde se escucharía la voz débil de una monja, Teresa Margherita Gesta, que murió hace un siglo en una celda del convento.
El 25 de diciembre, en el Castillo de Oramala, se produce todos los años una reunión de fantasmas, entre ellos Federico Barbaroja (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico) y Obizzo Malaspina, que esperan al curioso observador en la tercera sala de la torre, frente a una enorme chimenea.
En Génova, en la iglesia de San Matteo, cerca de la iglesia de San Donato y en el Palacio Rojo, en las proximidades de las ruinas del convento de San Silvestro, también aparecerían fantasmas.
En la Casa del Verdugo de Génova se han contemplado fantasmas y escuchado sus gritos allí donde se encerraba a los condenados a muerte.

En el castillo aragonés de Pizza Calabro, el fantasma despistado de un fusilado pide venganza al rey Joaquín Murat desde 1815 y la derrota de Napoleón Bonaparte.
En Verdello y Aguadello (Lombardía), suele aparecer un grupo de fantasmas donde tuvo lugar, al inicio del quinientos, una batalla entre el ejército veneciano y el del rey de Francia, Luis XII. Se manifiestan ejércitos enteros, sobre todo en adviento y en el solsticio de invierno.
 En Países Bajos
The Flying Dutchman ("El holandés errante", por Albert Pinkham RyderEl holandés errante. Se trata de una leyenda del siglo XVII en la que un capitán de navío neerlandés, Hendrik van der Decken, desafía la ira de Dios y es condenado a navegar por la inmensidad del océano eternamente causando la muerte de todos los que ven la nave fantasma. Puede ser una leyenda muy antigua, pues ya aparece en el mito griego de Glauco. Aunque la historia es la misma, el capitán recibe otros nombres: Vanderdecken, Van Demien, Van Sraaten, etc. La versión más conocida y clásica es sobre el capitán Vanderdecken; cuando su nave queda atrapada en una fuerte tormenta en el Cabo de Buena Esperanza (Africa del Sur), los pasajeros le pidieron ir a puerto para salvar sus vidas pero él se negó y se ató al timón diciendo a voz en grito cantos sacrílegos. La tripulación preocupada por su conducta se amotinó, pero Vanderdecken arrojó al principal instigador por la borda y los demás comenzaron a rezar, y en respuesta a las plegarias y súplicas, las nubes se abrieron y una fuerte luz iluminó la proa, se llevó a los que rezaron y una voz dijo: "Ya que gozas con los sufrimientos de los demás, a partir de ahora serás condenado a recorrer el océano para siempre, en medio de tempestades y ocasionando la muerte de todos los que te vean". Además se alimentaría de hierros al rojo vivo, bebería hiel y su única compañía sería un demonio como grumete con piel de tigre y piel de lija. Otros dicen que su origen es una saga escandinava en que un tal Stote vikingo, que robó un anillo a sus dioses, fue hallado muerto y cubierto con un manto de fuego, sentado el palo mayor de una nave negra

 
 
 
 El contenido es una recopilación de distintas fuentes. 
By Juan Eduardo Alcivar Valles

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